lunes, 5 de agosto de 2013

EL TIEMPO


En una tienda,en estos momentos  queramos o no, hay muchos momentos en los que no entran clientes y por tanto se genera un espacio de tiempo que hay que llenar. Muchos empleados, incluso comerciantes y dueños de comercios, emplean mal lo que podríamos denominar “tiempo muerto”.
Dedicamos mucho tiempo a dilucidar como organizar una tienda, como recibir al cliente, como atender bien, como comprar, como organizar el stock, como promocionar y dinamizar el punto de venta, es decir, dedicamos tiempo a estar preparados para seducir y vender pero la realidad es que una vez todo parece estar listo, los clientes no entran uno detrás de otro y se generan espacios que suman mucho tiempo.
En general se habla poco de este tiempo que queda disponible entre cliente y cliente, en el que seguro hay muchas cosas que hacer (o inventar) pero que en la mayor parte de los casos no se emplea bien.
Organizar ese tiempo en el cual debemos decidir si ordenar una estantería, repasar pedidos, hacer cartelería, anotar incidencias/sugerencias de clientes, entrar en Facebook o sencillamente dejarlo pasar de algún modo no productivo, irnos a la calle a fumar, tomar un café o hablar con el vecino de lo mal que van las cosas.
En primer lugar determinar tareas a realizar para cuando estamos sin clientes.
Fijar una serie de objetivos semanales, traducidos en tareas, a cumplir en el “tiempo muerto”
Pero lo importante aquí para que uno no se acomode y esté siempre activo y alerta es que anote otras tareas de “valor añadido”
Tales como cambiar algún elemento del escaparate, diseñar nuevas etiquetas de precio, crear alguna promoción, gestionar alguna red social (de modo controlado y con límite de tiempo y entradas) o indagar en alguna nueva (como Foursquare o Pinterest), implantar un sistema sencillo que permita analizar o sacar informes de ventas/márgenes/rotación por secciones/categorías reales (y no tanto por innumerables familias), indagar en los múltiples estudios de tendencias del consumidor .
Buscar algún proveedor nuevo para alguna sección que debamos reforzar, ver que proveedores debemos abandonar para dar cabida a otros nuevos, implantar un sistema de gestión de la calidad, etc.
En definitiva mejorar nuestra profesionalización, productividad y competitividad para estar constantemente dando pequeños pasitos adelante sin prisa pero sin pausa, para no caer en la desesperante situación de vernos un buen día que hay demasiado que hacer y poca motivación para ello, porque la montaña es demasiado alta para subirla y no estamos entrenados para ello.


No hay comentarios:

Publicar un comentario