sábado, 18 de abril de 2015

Big Data

Los datos masivos están presentes cada vez más en nuestras vidas, y sin embargo apenas nos damos cuenta de sus aplicaciones. Cuando empiezas a conocer cómo funcionan, qué posibilidades se abren y cómo se están usando ya, no puedes dejar de verlos en todas partes, o mejor dicho, en muchos sitios donde no te imaginabas. Y te preguntas también por sus usos futuros. 
Cada vez que metemos una serie de letras en un recuadro utilizando un sistema llamado reCAPTCHA para indicarle a un ordenador que somos personas, estamos contribuyendo a digitalizar textos. Decimos a la máquina qué se lee en esa palabra que un lector digital no pudo entender. El sistema presenta esa palabra a 5 personas y si coinciden todas, la da por válida. De esta manera hacemos útil un dato que de otra manera hubiera sido usado sólo una vez para la autenticación.
Big Data y el comienzo de una era, la de los datos masivos. La recolección de datos comienza a ser tan barata que ya no necesitaremos establecer una muestra para estudiar un hecho de forma de encontrar conocimiento, sino que podremos analizar el conjunto total de datos, lo que nos permitirá establecer resultados mucho más precisos, más baratos y también más inesperados. Pero una correlación no es una causalidad y estamos acostumbrados a buscar causas en todo, por lo que esta nueva era implica una adaptación de mentalidad. Deberemos estar dispuestos a aceptar resultados basados en la correlación sin entender completamente el por qué (la causa). 
Apenas estamos viendo el principio de sus aplicaciones, como el autocorrector que sugiere palabras a medida que tecleamos, el análisis de precios que hace PriceStats, para indicar las tendencias inflacionarias y que en muchos casos es más acertado que las estadísticas oficiales o, Google Flu Trends, el experimento que Google puso en marcha para monitorizar personas con síntomas del virus H1N1 casi en tiempo real a través de sus búsquedas.
En Big Data también hay riesgos: la obsesión con los datos y buscar causalidad donde no la hay, o de confiar en los determinismos de la predicción en casos en los que se aplican castigos o penas, sin dar lugar a la posibilidad de cambio de las personas.
El sector retail recurre al Big Data para acertar en sus estrategias comerciales
El Big Data, uno de los términos de moda en los negocios, ofrece una cantidad de información inmensa y fiable sobre todos los procesos de la organización, tanto internos como comerciales. Las empresas que han hecho un análisis riguroso de toda esta proliferación de datos, identificando tendencias de mercado y convirtiendo los flujos en valor para el cliente, son actualmente las más competitivas.
Una empresa que tenga muchos datos y no los sepa utilizar bien perderá ventaja competitiva.
Consciente de ello, el sector retail ha visto en el Big Data un filón importante para hacer previsiones de ventas seguras, rehuyendo así de la tendencia tradicional de basarse en pronósticos puramente intuitivos. 
Reflexión muy interesante: “Una empresa que tenga muchos datos y no los sepa utilizar bien perderá ventaja competitiva. Hay que construir una historia detrás de estos flujos”.
Otro día hablamos de las ventajas.

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