viernes, 28 de noviembre de 2014

La Importancia de ser Grande

Los estándares de los consumidores son mucho más altos que hace unos años. No somos más exigentes de un día para otro y no nos volvemos más selectivos porque sí: somos más exigentes porque tenemos más y mejores opciones a nuestro alcance y queremos siempre lo mejor. Así de sencillo.
Hoy en día las empresas de moda viven en una carrera por tener las mejores colecciones, ser los más rápidos, tener los mejores conceptos de tienda, estar presente en nuevos canales de distribución y tener mejor relación calidad-precio que la competencia. Conceptualmente es muy sencillo de explicar: si haces todo esto, irás por delante de la competencia y el consumidor te elegirá a ti. Pero los recursos son limitados y hay que elegir una estrategia concreta.
En este sector tan competitivo, el resultado es que el consumidor accede a cada vez mejores tiendas en su ciudad. Y si abre las puertas una nueva tienda donde te sientes cómodo con un mejor producto, compraremos ahí y dejaremos de hacerlo en otro punto de venta. ¿Somos más exigentes? ¡Como para no serlo si puedo comprar mejores prendas y más baratas!
Cuando después de la revolución industrial llegaban telas inglesas a nuevos países por la creación del ferrocarril, las tiendas las compraban porque eran mejores. Como resultado, muchos fabricantes de telas locales se arruinaron. Nos gusta lo bueno.
Hablemos de tamaño. En todas las ciudades cada vez hay tiendas más grandes. Una de las razones es que es mucho más efectivo tener los mismo metros cuadrados en menos tiendas, ya que ahorras en personal, logística y rentas. Pero esta no es la razón principal por la que los grandes distribuidores de moda inauguran cada vez más megatiendas. El motivo es que el consumidor inconscientemente no entra en tiendas pequeñas. Todos los operadores han ido agrandando las superficies para competir y ha llegado un momento en el que una tienda pequeña es sinónimo de debilidad de la marca, de falta de capacidad. Como no razonamos a la hora de comprar, sino que nos dejamos llevar por las emociones, nos atraen las grandes tiendas con espacios vacíos. En definitiva, nos gusta comprar a los mejores.
Los consumidores somos más exigentes porque surgen mejores opciones. Y si podemos elegir, elegimos lo mejor. El refranero ya dice "El pez grande se como al chico"