Cuando el cliente es más importante que la productividad.
A la hora de poner en valor el trabajo del personal de la empresa, tradicionalmente se ha
tenido en cuenta su tasa de productividad; los resultados que aportaba a la empresa en
términos cuantitativos, como nuevos clientes, o volumen de facturación. Indicativos que
en la actualidad están pasando a ocupar un segundo plano, ante la creciente relevancia
por cultivar clientes satisfechos; lo cual se consigue mejorando la experiencia del cliente.
Según recoge el estudio publicado por Aberdeen Group, por primera vez, la calidad de
las interacciones con los clientes supera en importancia a la productividad de los
propios empleados. Una tendencia que se ha impuesto decisivamente en los 2 últimos
años.
Si en 2012 el 65% de las empresas se preocupaba por optimizar el rendimiento de su
personal, en la actualidad este interés ha descendido hasta el 44%. En cambio, el 59%
ha puesto su atención en mejorar la experiencia de sus clientes; una necesidad que antes
apenas era representativa para el 32% en 2012.
El estudio ha podido evidenciar, asimismo, que la generación de clientes satisfechos estos
revierte positivamente en los empleados. Según estas conclusiones,vemos existe una clara
relación entre la calidad de la experiencia del cliente y la felicidad de los trabajadores como
responsables de procurar dicha satisfacción. Por ello, trabajar en esta dirección nos puede
beneficiar de forma recíproca.
Un factor determinante en la calidad en la atención al cliente es la actitud por parte del que
es el trabajador. Desde su voz, hasta el tono de la conversación, o la forma de dirigirse a
él son elementos clave a la hora de fomentar el engagement con el cliente. Razones de que
el peso para procurar un entorno laboral agradable,es lograr fomentar las habilidades de los
empleados para desarrollar sus funciones, y poner a su disposición los medios adecuados
tanto en lo referente a recursos, como formación.
De otra parte, se ha podido apreciar que gran parte de este trabajo (60%) en aras de lograr
mejorar la experiencia del cliente se realiza a nivel interno. Por ello, el personal ha de contar
con las herramientas adecuadas para desarrollar debidamente su trabajo; de forma ágil y
efectiva, que le permita hacer un seguimiento completo de cada cliente, y tener la capacidad
para actuar en tiempo y forma.
La personalización es fundamental en esta nueva etapa en la relación con el cliente. nuestro
cliente espera un trato preferencial y vocación de servicio por parte de la empresa que es
independientemente del canal donde se encuentre. A tal efecto, el Big Data proporciona la
información necesaria para conocer todo el viaje de compra del cliente, así como ver los
distintos puntos de contacto e histórico del cliente.
Decididamente, los objetivos estratégicos de las empresas han cambiado. Pues el nuevo
empoderamiento del cliente ha dirigido la atención en sus necesidades y peticiones todo
en aras de mantenerle de su lado; la base para que el negocio funcione hoy en día.
En esta tarea, los empleados desempeñan un papel fundamental, cuyas nuevas funciones
pasan por satisfacer esas necesidades que los clientes ya no dudan en exponer de manera
pública.
No hay comentarios:
Publicar un comentario