El hipermercado sigue siendo el perdedor

(Pensando en Covid) El gran perdedor de la crisis es el hipermercado

¿Cómo pensar el mundo con Covid-19? Exclusivamente para L'Usine Nouvelle, la respuesta de Philippe Moati, cofundador del Observatorio para la sociedad y el consumo

"El cierre de las empresas y el encierro son una consecuencia de Covid-19 que condujo a un importante subconsumo sufrido. En un segundo momento, las consecuencias económicas bien podrían conducir a un subconsumo forzado. dependerá de los comportamientos atípicos adoptados en este momento, que continuarán o no, ¿prevalecerá la sobriedad experimentada actualmente?

Una cosa es cierta, ya estábamos viendo, antes de la crisis, un cuestionamiento del modelo de hiperconsumo. Entre 2015 y noviembre de 2019, la proporción de personas que aspiraban a consumir menos pero mejor aumentó del 26 al 36%. A finales de marzo, se situó en el 39%. Pero la sociedad bien podría funcionar por un impulso contradictorio, con personas que quieran consumir a cualquier precio. Ya vemos que esto aparece en los estudios de Obsoco: después de un período de asombro al comienzo del encierro, algunos recuperan el gusto por el consumo, comprarán en Internet para pasar el tiempo, ya que irían de compras.

Desde el comienzo de la contención, se ha observado que las compras se concentran en productos cotidianos. Los consumidores prefieren las tiendas locales, pero también el comercio electrónico de alimentos: manejo o entrega a domicilio. El gran perdedor es el hipermercado, donde los consumidores se sienten menos seguros desde el punto de vista de la salud. Agreguando que para llegar allí, los viajes son más largos, lo que hace que algunas personas teman ser verbalizadas. Desde un punto de vista global, las personas más apegadas al modelo clásico de consumo son aquellas que probablemente serán las más afectadas por la próxima crisis económica: trabajadores, empleados, artesanos ... Esto podría restaurar la fuerza del movimiento de los chalecos amarillos. Temo conflictos sociales muy fuertes, especialmente porque del otro lado, Entre aquellos que aspiran a hacer de la crisis la oportunidad de acelerar la transición a un modelo de desarrollo más compatible con el desafío ambiental, algunos podrían verse tentados por acciones fuertes. El movimiento Extinción-Rebelión había llamado, antes de Covid-19, a la desobediencia civil. Algunos podrían encontrar que las secuelas se parecen demasiado al frente y se movilizan ".

En la anterior crisis vimos ya un cambio de tendencia Aquí

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Así estamos cambiando como consumidores (y no hay marcha atrás)

Cuando eso ocurre, el gasto se prioriza a lo esencial, por eso compramos menos ropa, consumimos menos fuera del hogar y optamos por productos básicos y baratos. Justo lo que Mercadona vio venir en 2008, cuando reformó su oferta de referencias en los lineales para adaptarse al cambio de modelo. Aquí