Hay una
película que me gusta mucho ya que es de esas películas que aunque no lo
parezca enseñan mucho sobre la vida o desde mi mirada profesional sobre la
empresa. Se trata de la película "Dentro del Laberinto", que
si no has visto te aconsejo que veas pues es una joya del año 1986.
El caso es que siempre me ha gustado
esa película, pero recientemente me apeteció verla y para mi sorpresa no
hacía más que extrapolar lo que veía en la película a lo que he visto suceder
en la empresa. Tanto si has visto la película como si no, te
nombro a continuación algunos personajes:
- Sarah es la protagonista de la historia y en la empresa sería una empleada de la misma.
- Jareth el Rey de los Goblins, sería el jefe (con un liderazgo basado en el miedo principalmente).
- Hoggle un enano que ayuda y traiciona a Sarah, podría ser un compañero de trabajo.
Al comienzo
dentro del laberinto, Sarah no sabe cómo llegar al centro y aparece
un gusano (curioso verdad que hayan escogido esa forma) para mostrarle
cómo puede ver las entradas. Los matices en los personajes no están ahí por
casualidad, en este caso se trata de un gusano educado, con su bufanda o
pañuelo y además invita a Sarah a conocer a su mujer y tomarse algo (alguien
que acaba de conocer). Quizá no lo asocias con nadie, pero me vienen muchos
ejemplos de personas falsas que suelen ser educadas e ir arregladas y
ofrecen su "amistad", apoyo o confianza con demasiada rapidez.
Pero como en
la vida real, no deja de ser un gusano, el símil de la empresa lo
tenemos en aquellos empleados que amablemente y fingiendo preocuparse
ofrecen un consejo válido para ganarse la confianza del trabajador y después
darle información que entorpecerá su camino. Efectivamente el gusano no
ayudó a Sarah, por lo que debemos tener cuidado si detectamos ese tipo de
"compañeros" en el trabajo y ante las dudas si es posible verificar
la información que nos facilitan y no darlo todo por sentado.
Otro ejemplo
muy bueno, es cuando Sarah quiere entrar al laberinto y tras preguntar a
Hoggle no obtiene resultados. Este le dice que debe hacer las preguntas
adecuadas. Muchas veces sabemos dónde queremos ir pero no hacemos las
preguntas adecuadas lo que al igual que a Sarah nos lleva a ningún sitio
en la empresa.
En otro
momento de la película, Sarah necesita que Hoggle la ayude, pero al igual
que en la empresa, a pesar de ser compañeros, para que hagan algo por ti debes
ofrecer algo que les interese a cambio. Esto lo he visto muchas veces entre
empleados que son del mismo departamento.
Una de las
partes que realmente me fascina, es cuando están recorriendo el laberinto y
hay unas cabezas de roca gigantes que gritan advertencias (es su trabajo) y
Hoggle les pide que se callen pues no van a hacerles caso. Pues bien, una de
las rocas dice que por favor le dejen decirlo que hace tanto que no lo
dice... y acaba agradeciendo que le dejen hacer su trabajo. En las
empresas hay muchos trabajadores a los que nadie hace caso pues a veces tienen tareas
que no se valoran o no parecen significativas en la empresa, pero eso no quiere
decir que para esos trabajadores no sea importante. Las personas necesitan
hacer su trabajo y de hecho impedirles hacerlo y dejarlas sin ocupación se
considera un tipo de mobbing y hasta está regulado en el ET.
Seguimos
avanzando, en esta película al igual que en muchas empresas, se dirige
mediante el miedo. En la película, al pantano del hedor eterno, y en la
empresa, al despido o a ser rebajado a tareas menos agradables. De hecho en
una de las ocasiones Hoggle le reconoce a Sarah que es un cobarde y Jareth
le asusta, mucho he oído eso de boca de empleados tanto refiriéndose a sus
jefes directos como a la dirección.
Otro suceso
que he visto en la empresa, es dos compañeros unidos y felices por estar en
el mismo departamento, ante la amenaza del jefe, dejan de serlo y como dice
Hoggle en la película: "Hoggle no es
amigo de nadie, solo cuida de sí mismo como todo el mundo, Hoggle es el amigo
de Hoggle." Cierto, ante una amenaza ¿cuántas veces un
empleado ha mirado a otro lado o incluso ha echado las culpas a otro?
Un nuevo
ejemplo, en este caso, para las empresas burocráticas, en las que para
coger un papel hay que rellenar una instancia. Cuando en la película
quieren pasar por un puente, otro personaje Sir Didymus les impide el paso y tras
una pérdida de tiempo considerable consiguen pasar al pedirle permiso de forma
correcta.
Ahora un
ejemplo del uso del miedo para dirigir, ante una batalla Sir Didymus (jefe) le dice a su
corcel (empleado) que o regresa o jamás le dará de comer, lo que les lleva a
verse en una situación de riesgo. Nuevamente en la empresa el miedo a dejar
de ganar dinero muchas veces es lo que hace que empleados aguanten situaciones
impensables.
El final de la película y lo mejor, por supuesto.
Jareth: "Cuidado Sarah, he sido generoso hasta ahora, pero puedo ser
cruel"...
Sarah: "Por increíbles peligros e innumerables fatigas, me he abierto
camino hasta el castillo, más allá de la ciudad de los goblins, porque mi
voluntad es tan fuerte como la tuya y mi reino igual de grande..."
Jareth: " Te pido tan poco, deja solo que te gobierne y podrás tener
todo lo que tú quieras, solo témeme, ámame, haz lo que te digo y yo seré tu
esclavo."
Sarah: "No tienes poder sobre mí".
Podemos ver
claramente que los liderazgos basados en el miedo no funcionan, pues llega un momento en el que el
trabajador confirma que ha perdido su objetivo (que no es otro que sentirse
feliz y realizado en el trabajo como en el resto de aspectos de la vida) y
llegados a este punto, por más que se ofrezcan recompensas que antes le
habrían importado como puede ser un aumento de salario o ascensos, para
el trabajador no tiene sentido y todo eso es ahora basura. Entonces,
el empresario al igual que Jareth descubre que no tiene poder sobre el
trabajador.
Por desgracia, en los tiempos que corren muchas empresas son las que están
acostumbrándose a esa mala práctica de meter miedo a sus empleados, deben haber
olvidado el final de la frase "los empleados necesitan las empresas,
pero las empresas también necesitan empleados".
En un organización, uno puede comprar el tiempo del empleado, puede
comprar su presencia material en un lugar determinado, hasta se puede
comprar cierto número de movimientos musculares por hora. Pero su
entusiasmo ni su lealtad y la devolución de su corazón no se pueden
comprar. Estas cosas hay que ganárselas.
La persona en la organización viene a convertirse en el elemento más importante de la misma, por lo que requiere un tratamiento no como una máquina, sino, como un ser humano con necesidades, interés, vivencias únicas, las cuales deben ser tomadas en cuenta para producir las motivaciones necesarias que nos llevará al logro de los objetivos.
La persona en la organización viene a convertirse en el elemento más importante de la misma, por lo que requiere un tratamiento no como una máquina, sino, como un ser humano con necesidades, interés, vivencias únicas, las cuales deben ser tomadas en cuenta para producir las motivaciones necesarias que nos llevará al logro de los objetivos.
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